Descubre el mejor aliado para generar emociones y que tu evento sea inolvidable.
Para todos los que estamos o hemos estado en el mundo del marketing, es claro que en un evento se deben generar momentos que marquen el ritmo de lo que está pasando, de modo que se mantenga una cadencia no constante, sino más bien parecida a una montaña rusa en donde se crean picos que hacen que la emoción de los invitados se eleve para así atraer más la atención y generar recordación.
Este ritmo no es otra cosa que la generación de cambios que elevan ciertas sustancias en la bioquímica cerebral para crear emociones, de modo que los asistentes puedan sentir, más que simplemente reconocer o entender a la marca.
Estos picos en los ritmos de los eventos están marcados por shows, palabras de bienvenida y cada momento cumbre dentro del guión del evento; y un gran aliado para lograr esto es a través del video y de la historia que se cuente a través de éste que, a su vez, debería contar también con puntos de giro que marquen un ritmo y logren emocionar a los espectadores para dejarlos con la energía arriba, listos para otro momento importante en el evento.
Pero debe estar claro que el video a presentar en un evento no debe ser el mismo en cada uno de los momentos de éste, sino que debe tenerse en cuenta el instante preciso del evento en que el video será presentado para poder construir una historia acorde con el momento pico; si el video se proyecta al comienzo del evento, éste debe tener el objetivo de crear expectativa por lo que viene, por lo que debe basarse en el suspenso para generar cortisol y dopamina en el cerebro, y así llamar la atención de los asistentes, preparando su estado bioquímico para el comienzo del evento, que entonces deberá ser más emocionante que esa expectativa generada.
Por el contrario, si el video se presenta en el medio de la agenda o como show central, éste deberá entonces contar con más puntos de giro dentro de la historia, de modo que se genere cortisol y dopamina al principio, luego oxitocina a través de una situación que genere empatía, para terminar con la generación de serotonina, de modo que se experimente un coctel bioquímico que al final deja una sensación de felicidad con la que el espectador se siente identificado.
Es por esta razón que un video institucional o para un evento no debe ser tomado a la ligera, pues es una inversión que, en caso de no funcionar, en lugar de simplemente dejar la cuenta en cero en los objetivos de comunicación, puede sumar puntos negativos, pues la utilización errónea del mensaje o una construcción de historia pobre o ausente del todo, puede dejar una imagen negativa, que suele convertirse en calificativos asociados a la marca como “aburrida”, “pasada de moda” o “convencional”, los cuales pueden hacer mella en un mediano y, a veces, largo plazo.
Sabiendo esto, lo mejor es tener claro cuál es el objetivo del video que necesitas y en qué momento lo quieres proyectar durante tu evento, y por supuesto, asesorarte de expertos en el arte de contar historias audiovisuales para que logres el impacto que buscas para tu marca. En LABarba Films, cuentas con una asesoría completa, desde la creación de la idea inicial y del guión de la historia que quieres contar, hasta la realización y postproducción, pero todo dentro de un marco conceptual en donde tu mensaje y tus objetivos de comunicación son la base, pero la conexión con tus clientes son la prioridad.
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